Cuando una buena herramienta se utiliza mal, deja de ser un puente… y se convierte en un problema

¿Te reconoces en esta situación?

Hoy he vivido una conversación que me ha dejado tocada.

He hablado con un empresario, amigo, del norte de España. Gestionaba alrededor de 200 personas en distintos centros de trabajo. Un hombre serio, responsable, con muchos años de experiencia.

Me ha contado que hace unos meses tomó una decisión durísima: vender su empresa.
No por falta de clientes, ni por problemas de gestión, ni por incapacidad para seguir creciendo.

La vendió porque ya no podía soportar la presión, especialmente a raíz de la entrada de una sección sindical que utilizó el Plan de Igualdad —una herramienta que debería servir para mejorar la organización— como mecanismo para generar conflicto donde no lo había.

Cuando realizamos el diagnóstico en su empresa, todo estaba bien:

  • No había brechas retributivas, es más las mujeres tenían mayor salario.
  • Las condiciones laborales estaban equilibradas.
  • La encuesta de clima mostraba satisfacción generalizada.

Pero, al sindicalizarse la empresa, comenzaron las tensiones. No por parte de todos (porque no todos los sindicatos actúan así, y quiero subrayarlo), sino de algunos que vieron en el Plan de Igualdad una oportunidad para politizar la empresa y desgastar a la dirección.

Mi amigo me confesó que su salud emocional no aguantaba más esa dinámica.
No el trabajo.
La presión.
Esa presión que, en vez de construir, destruye.
Que no nace de una desigualdad real, sino del uso inadecuado de un instrumento legal que fue diseñado para lo contrario.

Me dio una enorme tristeza.

Un Plan de Igualdad bien hecho profesionaliza, ordena, aporta claridad y mejora la vida laboral de todas las personas de la empresa

Pero un Plan de Igualdad mal utilizado puede convertirse en un arma arrojadiza, en un foco de conflicto innecesario que perjudica precisamente a quienes debería proteger: la plantilla.

Por eso quiero lanzar un mensaje claro y esperanzador:

  • El Plan de Igualdad es una herramienta extraordinaria.
  • Puede transformar positivamente una empresa.
  • Pero debe usarse con rigor, con datos, con diálogo y con responsabilidad.

Cuando se utiliza para lo que está pensado, es un puente sólido que une necesidades, intereses y mejoras reales.

Cuando se utiliza mal, se convierte en un puente sin río.
Un puente absurdo.
Un artificio que no lleva a ninguna parte y solo genera nuevos problemas.

Las empresas no necesitan más conflictos artificiales. Necesitan profesionalización, responsabilidad y sensatez. Y los Planes de Igualdad pueden ser una pieza clave… siempre que quienes los gestionan tengan claro que su objetivo no es crear problemas, sino solucionarlos.

¿Sabías que ya han comenzado los requerimientos de Inspección de Trabajo por incumplimiento de la Ley 4/2023 y el RD 1026/2024?

Muchas empresas aún no han iniciado el proceso, y el plazo ya ha empezado a correr:

📅 3 meses para empresas con convenio colectivo propio.
📅 6 meses para las que se rigen por el Estatuto de los Trabajadores y no tienen RLT.

📌 ¿Qué se exige?
✔️ Un conjunto planificado de medidas para la igualdad LGTBI.
✔️ Negociación colectiva con la RLT o sindicatos más representativos.
✔️ Un protocolo específico frente al acoso y la violencia hacia personas LGTBI.
✔️ Formación y seguimiento.

🛑 ¡Atención! El recuento de plantilla para saber si estás obligado se hace igual que en los planes de igualdad: personal parcial, puestos a disposición y contratos temporales (cada 100 días cotizados cuenta como 1 persona) también computan.

🟣 Desde nuestro equipo hemos desarrollado un proyecto adaptado a la normativa, que:

🔹 Integra las obligaciones del RD 1026/2024 y la Ley 4/2023.
🔹 Amplía el protocolo de acoso existente para incluir al colectivo LGTBI con definiciones actualizadas y enfoque transversal.
🔹 Incorpora medidas de igualdad, diversidad e inclusión (IDI) de forma estructural, no decorativa.
🔹 Garantiza el cumplimiento de la Ley Orgánica 3/2018, evitando vulneraciones en los diagnósticos y recogida de datos.

📩 ¿Tu empresa tiene convenio colectivo propio? Entonces ya deberías haber comenzado la negociación.

📣 Si no tienes RLPT, debes convocar a los sindicatos. No hacerlo puede derivar en incumplimiento formal ante Inspección.

💼 ¿No sabes por dónde empezar? Te ayudamos a:

✅ Iniciar el procedimiento negociador correctamente.
✅ Adaptar el protocolo de acoso vigente.
✅ Redactar la declaración de principios y las medidas.
✅ Implementar la formación obligatoria.

💬 Contacta con nosotros. Estamos ayudando a muchas empresas a cumplir con rigor y eficacia. Porque la diversidad no se improvisa: se trabaja con compromiso, estrategia y respeto.

Gracias a E.G.M. Atalayas por darme la oportunidad de contar en su publicación qué hacemos desde ASEMPERE

📢 Gracias a E.G.M. Atalayas y a su gerente, Juan Carlos del Río, por darme la oportunidad de contar en su publicación qué hacemos desde ASEMPERE.

Atalayas es un referente en gestión empresarial moderna. Un entorno con empresas innovadoras, comprometidas y con un potencial enorme para liderar el cambio hacia una cultura organizativa más justa, profesional y competitiva. ¡Da gusto ver un área industrial tan activa, cohesionada y orientada al futuro!

Atalayas es un ejemplo de áreas empresariales bien gestionadas, con visión a largo plazo, donde las empresas crecen, colaboran y se anticipan a los cambios normativos que ya están aquí.

Y desde ASEMPERE aportamos herramientas concretas para ese cambio:
Planes de igualdad
Auditorías retributivas
Formación especializada
Canales de denuncia y cumplimiento normativo
✅ Acompañamiento frente a la Directiva de Transparencia Salarial

🤝 Si estás en una empresa de Atalayas —o conoces alguna— y crees que podemos sumar, me encantará escucharte.

Porque cumplir no basta. Lo importante es hacerlo bien.