Tom Kelly, socio de diseño de producto de IDEO, resalta que la creatividad y la innovación empieza generando lo que él denomina la “confianza creativa” en los empleados. Consiste en liberar el potencial creativo que tienen todas las personas, y conseguir que los empleados se sientan cómodos promoviendo nuevas ideas.

En este mundo cada vez más globalizado, donde la competencia es cada vez mayor es necesario que las empresas innoven, desarrollen y mejoren sus productos o servicios, con el objetivo de mantener una competitividad en un mercado cada vez más necesitado de “nuevas y poderosas ideas” para generar una diferencia en la propuesta de valor de la empresa.

Es por ello, que es fundamental estar a la vanguardia de las necesidades actuales y utilizar herramientas diferentes que ayuden a ofrecer mejores soluciones y por lo tanto poder posicionarse fuertemente en el mercado.

Establecer el proceso de creatividad, desde la generación de ideas hacia la introducción de la innovación en el mercado. Adelantarse a los competidores con nuevos servicios, procesos, productos, y enfoques de negocio alienados con el propósito de la empresa. Identificar los elementos de un contexto organizativo innovador y disruptivo. Identificar técnicas básicas de creatividad y de gestión de ideas (ideation). Reconocer la importancia de la innovación en la empresa como proceso constante que alimenta la ventaja competitiva.