Uno de los grandes retos a los que se enfrenta la sociedad es tratar de pasar de la igualdad legal a la igualdad real. Para ello, es imprescindible el compromiso total de la sociedad en su conjunto, incluidas las empresas y las organizaciones.
La igualdad de género es una obligación para las empresas
Integrar y promover la igualdad de género en la en la empresa dejó de ser algo voluntario hace unos años para convertirse en una obligación regulada por Ley.
Esta Ley Orgánica que regula las disposiciones igualitarias no es nueva, pero el año pasado se añadieron nuevas obligaciones que las empresas deben cumplir. De esta manera, el incumplimiento de estas acarrearía sanciones tan graves como multas o pérdidas de la ayuda empresarial.
Entre otras cosas, la igualdad de género en las empresas contempla el acceso a oportunidades que influyen en el salario, las oportunidades laborales, el reconocimiento de las necesidades particulares de ambos sexos, el equilibrio en la vida laboral, familiar y personal, y un largo etcétera.
Asimismo, las empresas deben incluir y promover una serie de buenas prácticas para integrar la igualdad de género en toda su estructura. Algunas de estas prácticas se pueden ver en el reclutamiento, la formación, el desarrollo profesional o la promoción.
En definitiva, con el objetivo final de promover la igualdad de género en materia de oportunidades laborales, las empresas tienen la obligación de tener un plan de igualdad. Este plan incluye medidas que acaban con barreras discriminatorias y que obstaculizan el desarrollo productivo laboral.
¿Cómo implantar la igualdad de género en las empresas?
Como se ha comentado anteriormente, algunas de las prácticas más comunes y efectivas para implantar la igualdad de género en las empresas las encontramos en:
- Los procesos de selección y contratación.
- La formación (en igualdad) dentro de la empresa.
- La promoción y el desarrollo profesional de los empleados.
- La conciliación de la vida laboral, familiar y personal
- La comunicación
- Las condiciones de trabajo
- La retribución
Procesos de reclutamiento y selección
Debemos entender el entorno empresarial como un todo, por lo que se deben implantar medidas de igualdad desde el proceso de reclutamiento o selección de personal.
Si nos fijamos en los datos del paro vemos como el porcentaje de mujeres es bastante mayor que el de hombres, y no suele ser porque tengan peor formación o experiencia profesional. Para evitar esto, se deben atacar de raíz todos esos sesgos y prejuicios de género en los procesos de selección de personal.
Utilizar un lenguaje neutro, eliminar por completo las preguntas con trasfondo sexista o no diferenciar entre géneros a la hora de realizar el reclutamiento son solo algunas de las medidas que contribuirán a la implantación de la igualdad de género en las empresas.
Formación en igualdad de género
La formación en igualdad de género es un punto clave dentro de la implantación de buenas prácticas en la plantilla. Definir muy bien el tipo de contenidos que se van a transmitir, así como los diferentes horarios en los que se van a impartir será clave para garantizar el acceso igualitario de todos los empleados a este tipo de formaciones.
Esta formación en igualdad permitirá a la plantilla incorporar la perspectiva de género en sus procesos de trabajo diario, evitando comportamientos sexistas o discriminatorios. Asimismo, la formación es totalmente complementaria a las campañas sobre sensibilización a favor de la igualdad que se puedan llevar a cabo puntualmente.
Además, y aunque la formación en igualdad debe ofrecerse a toda la plantilla, será el departamento de Recursos Humanos el principal encargado de fomentar la igualdad de género a lo largo y ancho de la jerarquía empresarial. Todo esto, trabajando bajo unas premisas que permitan eliminar prejuicios, sesgos y comportamientos discriminatorios dentro de la empresa. Es muy importante que la Dirección comparta e interiorice la importancia de la igualdad en la empresa, de ello depende el éxito de que la igualdad sea una realidad.
Promoción y desarrollo profesional
En este punto entra en juego el famoso techo de cristal, que hace referencia a la dificultad añadida que tiene el sexo femenino para escalar jerárquicamente dentro de una organización. También, la segregación vertical es otra de las lacras que siguen presentes en las empresas y que dificultan la presencia igualitaria en cargos de responsabilidad y dirección.
Tanto hombres como mujeres deben tener las mismas oportunidades internas a la hora de promocionar dentro de la empresa. Además, al igual que con el proceso de selección, esta se basará en las capacidades y habilidades de las personas, dejando de lado su sexo u otros rasgos que puedan ser discriminatorios.
Ligado a esto, es muy importante identificar y diagnosticar si existe una brecha salarial, tomando acciones que consigan eliminarla.
Conciliación de la vida laboral, familiar y personal
Probablemente sea uno de los aspectos clave sobre los que se está poniendo más el foco en los últimos años. Tradicionalmente, siempre se ha asociado la carga familiar a la figura femenina, relegándola a las tareas domésticas y no dando ni siquiera la oportunidad de poder compaginar ambas cosas.
Para lograr la igualdad de género en este aspecto se deben implementar acciones positivas que fomenten la flexibilidad horaria, los permisos o las excedencias por igual tanto para hombres como para mujeres.
Beneficios de implantar la igualdad de género en las empresas
Aunque ya sea obligatorio para muchas empresas, son aún bastantes las organizaciones que nos son capaces de ver la importancia que tiene la igualdad de género en el entorno empresarial. Y no solo esto, sino que no son conscientes de los múltiples beneficios que esta tiene en la cultura empresarial.
Se ha comprobado que la implantación de la igualdad de género en las empresas trae consigo múltiples beneficios, entre los que destacamos:
- Mejora y consolida la imagen, el reconocimiento y los resultados empresariales con clientes, proveedores y sociedad.
- Fomenta la innovación, la resolución de problemas, la generación de ideas disruptivas, la mejora de la toma de decisiones y las nuevas perspectivas empresariales.
- Potencia la competitividad y asegura la equidad interna.
- Mejora la motivación, la productividad y el ambiente de trabajo en toda la plantilla.
- Atrae y retiene el verdadero talento y potencial, aprovechando todo el capital humano de la empresa y fomentando el compromiso dentro de la empresa.
- Hay más posibilidades de acceder a subvenciones, contratos públicos, concursos de contratación pública o beneficios de las Administraciones Públicas.
- Aumenta de la productividad y mejora del clima laboral en la organización.
- Acaba con los prejuicios y sesgos de género, previniendo discriminaciones y sanciones.
- Permite la optimización de los Recursos Humanos y mejora de la gestión empresarial.
- Cumplir la ley y la normativa en materia de igualdad de oportunidades y trato entre hombres y mujeres.
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